domingo, 7 de abril de 2013

Quedan 63 días. Correr por montaña

Una tarde para olvidar, pero de la que voy a aprender muchísimo.

El caso es que, al igual que la semana pasada, volví a forzar la maquina. Llegue bastante tarde a casa y al día siguiente no quería fallar al entreno. Así que con pocas horas de sueño y un poco amodorrado del día anterior, cojo el metro dirección Plentzia para volver a visitar las rampas de Ermuamendi.

Ya desde el metro durante esos 2 kilómetros hasta la primera rampa voy notando que la sensación no es la mejor. Hace un mañana muy buena, pero pesa todo. Me noto bajo de fuerzas (igual no he desayunado tan bien como pensaba) y encima me encuentro con un buen festival de barro. En la primera escalera ya tengo que echar el freno y lo que es peor, me cuesta quitarlo cuando puedo correr en los "llanos". 

Hasta dudaba de cuanto tocaba hoy (2 horas o un poquito mas de 2 horas). El caso es que con mas pena que gloria llego a la cumbre y empiezo a bajar a Armintza. Desde casa había decidido no bajar al castillo esta vez, de forma que me ahorraba un tiempo en ese tramo que no va ninguna lado y ademas así podía llegar hasta Armintza. Pues bueno, ni por esas. En el mismo punto en el que me di la vuelta la semana pasada me doy la vuelta hoy. Encima empiezo a estar cansado y el estomago no parece estar muy de acuerdo con eso de seguir haciendo esfuerzo. Es la primera vez que salia a correr con un par de barritas y no creo que eso tuviera que ver.

Conclusión: Me parece que no voy a volver a hacer tonterías de ese pelo, aunque eso mismo dije hace unos días  No se que me enfada mas de todo, si el hecho de haber decidido salir o el de no haber completado el entreno.

De ahora en adelante estaré mas concentrado me parece. De regalo:



Los mandamientos del trail runner principiante


No hay comentarios:

Publicar un comentario