Tiene narices que la primera sesión del plan sea una recuperación activa. Hoy no tiene sentido pero hacia bueno y una hora de pedaleo es una hora de pedaleo. Ademas hacia un día majete que hizo varios amagos de estropearse. La historia de estas sesiones es descansar al cuerpo de impactos después de dos jornadas seguidas por montaña.
Antes que nada os voy a presentar a una vieja amiga, que la he tenido abandonada y ahora toca reconciliarse con ella. Va a ser la protagonista de los lunes. Esto parece un programa de cocina al que X día de la semana va el cocinero amiguete del presentador. Me parece que voy a tener que hacerle una revisión muy a fondo porque hoy parecía mas un hombre-orquesta que un ciclista.
El hierro, para que engañarnos
La ruta la fui improvisando, evitando las rampas para mantener unas pulsaciones bajas a lo largo de la sesión. Lo que tenia claro era que terminaría la sesión en los bidegorris del muelle para tirar unas fotos. He podido echar una foto del trio Gorbea-Pagasarri-Ganeko antes de que mañana se vean cubiertos por la nieve.
El trío calavera se prepara para la nevada de mañana
También he sacado una panorámica de mi campo de entrenamiento de excelencia: el paseo del Puerto Viejo al Puente Colgante. ¡Cuántas horas me habrán visto sudar en los últimos meses!
Esa recta que tan pronto es infinita como te la haces en un momento
Eso si, ha sido pasar por el Puerto Viejo de vuelta a casa y darme cuenta de la tortura a la que iba a someter al ver a la gente tomándose un pote previo a la comida.
¡Yo también quiero estar los lunes al sol con un Rueda!
Los lunes al Txomin
Mañana toca descansar, pero no por ello dejaré de postear.
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